Los seres humanos somos biológicamente sensibles a la crítica y

a la desaprobación social” (Barlow y Durand, 2001)

Cuando se habla de un  SER SOCIAL , sobre todo a propósito del  ser  humano, se está haciendo referencia a su necesidad de existir dentro de una sociedad, formar parte de una comunidad, de la cual obtiene un sentido de pertenencia e identidad colectiva. Feature distintiva de nuestra especie que nos ha permitido sobrevivir.

Los seres humanos somos sensibles a los sutiles cambios emocionales que se producen en las personas que nos rodean. Cuando estos estímulos del entorno pueden significar algún tipo de desaprobación social, podemos experimentar la sensación de que nuestra supervivencia se encuentra en riesgo y reacción con miedo y ansiedad.

Ante determinadas situaciones sociales es esperable que una persona experimente ansiedad (conocer gente nueva, una entrevista laboral, hablar en público), permitiendo un buen funcionamiento, adaptativo: estar atentos para actuar de manera eficaz.

El TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL (TAS) , también llamado «fobia social», consiste en un miedo intenso y persistente a una o más situaciones sociales o actuaciones en público; siendo su característica principal el temor a ser evaluado negativamente por los demás en dichas situaciones. Sin embargo, el miedo o la ansiedad son desproporcionados al riesgo real que plantea la situación en si misma.

Temen que los vean como débiles, aburridos, noten su ansiedad o tengan miedo a ofender a los demás y, en consecuencia, a ser rechazados. Ellos mismos se ubican como objeto de su atención y no focalizan en la tarea (por ejemplo, la conversación), obtienen creencias negativas sobre si mismos (“soy aburrido”), reglas rígidas (“tengo que hablar fluidamente”) y supuestos disfuncionales ( “si me quedo callado, pensaran que soy raro”).

SINTOMAS Y SIGNOS QUE ALERTAN UN POSIBLE TAS

​síntomas físicos

  • enrojecimiento
  • palpitaciones
  • temblores
  • sudoracion
  • Malestar estomacal o náuseas
  • dificultad para respirar
  • Mareos o aturdimiento
  • tensión muscular

Síntomas cognitivos

  • Pensamientos automaticos negativos
  • intentar distraerse
  • Anticipaciones
  • Rumiaciones mentales posteriores a la situación social

​Síntomas conductuales

  • Evitar situaciones sociales
  • Evitar iniciar una conversación
  • Aparte la mirada
  • Evitar comer frente a los demás
  • Usar ropa oscura para que no se perciba el sudor

Síntomas emocionales

  • Angustia por sentirse avergonzado o humillado
  • Miedo intenso o ansiedad anticipatoria a las situaciones sociales
  • Vergüenza frente a la exposición.
  • Tristeza al encontrarse aislado.

En relación a los factores etiológicos del trastorno, DH Barlow (1988) expone un modelo sobre la adquisición de la fobia social . En este modelo (Barlow, 2003; Barlow y Durand, 2001) se sostiene que los seres humanos, por razones de evolución biológica, somos sensibles a la crítica ya la desaprobación social. Sin embargo, no todas las personas desarrollan una fobia social, ya que para que ésta se manifieste es necesario que el individuo sea biológica y psicológicamente vulnerable a la aprehensión ansiosa (preocupación y ansiedad excesivas ante el futuro).

Se proponen tres caminos posibles para la adquisición de la fobia social.

En primer lugar, se podría heredar una vulnerabilidad biológica a la ansiedad y/o una tendencia a ser socialmente inhibido.

En segundo lugar, un individuo al estar bajo tensión podría experimentar un ataque de pánico inesperado (una falsa alarma ) en una situación social, y entonces estar ansioso por la posibilidad de volver a tener ataques de pánico adicionales en la misma situación social o en otras similares.

Y en tercer lugar, la persona podría experimentar un trauma social real que daría lugar a una alarma verdadera , originando una ansiedad condicionada a las mismas situaciones o similares.

La TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL sugiere un enfoque de tratamiento que intenta modificar los sistemas disfuncionales de creencias y los patrones de evitación conductual.

  • Exposición:  enfrentarse a la situación temida (“en vivo” o imaginariamente) de manera sistemática y gradual, consiguiendo afrontarla con un nivel de ansiedad tolerable.
  • Reestructuración cognitiva: se basa en la identificación y confrontación de los pensamientos negativos e irracionales ante situaciones sociales temidas. 
  • Relajación:  consiste en un entrenamiento que permite identificar la ansiedad tan pronto como ocurre y practicar ejercicios de relajación en situaciones ansiógenas, para reducir la activación fisiológica que se produce.
  • Entrenamiento en habilidades sociales: entrenamiento para desarrollar nuevas habilidades de competencia social. Esto incluye entrenamiento en asertividad y en otras habilidades como iniciar o mantener una conversación, expresar molestias y afrontar críticas.