La terapia EMDR, de su sigla en inglés Eye Movement Desensitization and Reprocessing, es un modelo psicoterapéutico altamente eficaz para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático. Cuenta con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Guías Clínicas Internacionales para el tratamiento del trauma. Consta de principios, procedimientos y protocolos que deben ser seguidos estrictamente en un orden preestablecido. Es un tratamiento que se lleva a cabo en ocho fases compuestas por tres tipos de abordaje: el enfoque en las experiencias pasadas, los desencadenantes actuales y los desafíos potenciales futuros.

Esta terapia se enfoca en el recuerdo de experiencias traumáticas que han contribuido al desarrollo de una patología o trastorno. Por lo tanto,  lo que se trata es el recuerdo traumático  y se hace a través de estimulación bilateral, que facilita la conexión entre los dos hemisferios cerebrales logrando la disminución de la carga emocional y ayudando a procesar mejor la información. La estimulación bilateral puede ser: 

  • Visual
  • Auditiva

  • Kinestésica

EMDR es usado para reprocesar material emocional perturbador derivado de eventos traumáticos y también como medio para potenciar estados emocionales positivos.

Con esta terapia,  se procesan las vivencias pasadas y se resuelven las emociones asociadas aplicables  a adultos y niños.

Es importante destacar que la terapia EMDR no se orienta exclusivamente a hechos traumáticos, sino que se está demostrando una eficacia positiva en diferentes áreas como:

  • depresión

  • ansiedad

  • Fobias

  • ataques de panico

EL DESCUBRIMIENTO DEL MODELO

En el año 1987, la doctora norteamericana, Francine Shapiro, descubrió los efectos de los movimientos oculares espontáneos. Noto en ella misma que cada vez que un pensamiento perturbador entraba en su mente, sus ojos comenzaban a moverse de un lado a otro en forma espontanea y repetitiva. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que el pensamiento escapó a su atención, y cuando volvió a esforzarse en el ya no le molestó. En aquella época Shapiro era una investigadora del MRI, Mental Research Institute, de Palo Alto (California). Desde hacía ocho años estaba participando en un estudio sobre la relación mente-cuerpo, lo que le permitió comprender la importancia de lo que había observado en ella misma.

Después de trabajar con más de setenta personas, donde obtuvo los mismos resultados en todos los casos, comprendió que tenía que desarrollar un procedimiento mas estandarizado, con los movimientos oculares como eje, para poder resolver el malestar en forma consciente y confiable. Poco a poco, a través de ensayo y error, fue obteniendo el resultado deseado. Puesto que los cambios en las imágenes, pensamientos y emociones que las personas traían eran tan veloces, era relativamente fácil ir probando nuevas variantes, experimentando de una u otra forma, pudiendo observarse casi inmediatamente los resultados. Esto le permitió constatar la modalidad más eficaz de abordaje, en relación con la dirección, velocidad y duración de los movimientos oculares y así fue dando forma a lo que luego sería el protocolo básico de trabajo con EMDR.

En noviembre de 1987 organizo el primer estudio controlado. Este estudio incluye víctimas de violaciones, abusos sexuales y veteranos de guerra, todos con recuerdos altamente perturbadores del trauma. Se confirmo entonces por medio de este estudio la acción desensibilizante de los traumas que tiene el método EMDR por medio de los movimientos oculares.

En los comienzos de EMDR se usaron los movimientos oculares para estimular el sistema. Poco después se comprobó que otras estimulaciones sensoriales alternadas, tales como la táctil, haciendo golpeteos sobre las palmas de las manos, los hombros o las rodillas, o la estimulación auditiva, con sonidos bilaterales alternados, cumplieron una función similar a la de los movimientos oculares sobre el reprocesamiento de la información, también eran desensibilizantes. De acuerdo con esto, se supuso que todas las estimulaciones bilaterales alternadas generaron un flujo de información interhemisférica a través del cuerpo calloso, teniendo como único elemento necesario el poner el tema a tratar en la mente del paciente. Actualmente estos procedimientos de estimulación sensorial se usan indistintamente, según preferencias del terapeuta,

COMO ACTÚA EMDR

Por medio de la estimulación sensorial alternada, en forma de movimientos oculares, sonidos o tapping, se pone en marcha el sistema de reprocesamiento adaptativo de la información, permitiendo así cotejar velozmente los datos y las creencias negativas construidas en el momento del trauma (tiempo atrás ) con las creencias positivas que casi todo sujeto posee, arribando de esta manera a una resolución realista y adaptativa del incidente. Se integra así la experiencia a la narrativa de la vida de esa persona.

Este tratamiento busca que el paciente reprocese sus traumas, es decir, que catalice un proceso que quedo detenido y haga un aprendizaje por medio del cual la información disfuncional se trasmute en información funcional. La desensibilización y la reconstrucción cognitiva serían los subproductos inevitables de este reprocesamiento.

Como consecuencia de los cambios en las creencias, conductas, emociones y sensaciones corporales que suceden al irse reprocesando y desensibilizando la información disfuncional, se irán plasmando cambios en la identidad del sujeto, se produce un aumento de la autoestima y de la sensación de dominio frente a la vida.

Otro cambio fundamental que produce EMDR consiste en la modificación de los tiempos en que se logran los cambios en una psicoterapia; ya no se habla mas de años de tratamiento, sino lapsos de tiempo muchos menores, tal vez pocos meses y a veces unas pocas sesiones.

Guiar al paciente para que logre representar el trauma, el problema, la fobia u otros temas, a través de elementos específicos, como una imagen, una emoción, ciertos pensamientos, etc. le permite tener una sensación de control sobre la situación y no que esta lo controla a él. De este modo, avanza en la comprensión de su problema como acerca de las creencias que lo mantenían.” Poco a poco, a través del trabajo terapéutico con EMDR se va adquiriendo una sensación de capacidad y maestría”. (Shapiro, 1995).

Todo esto requiere un entrenamiento y experiencia apropiados por parte del terapeuta para poder guiar al paciente a través de las vicisitudes que ha de atravesar en el curso de este viaje.